malentendido gotico: a raiz de mi columna de Batman
Lima, 25 julio:
el viernes pasado publiqué esta columna en mi columna habitual quincenal del Wikén.
Al parecer causó decepción, rabia, malestar e irritación.
A mi también.
Si bien es probable que esté mal escrita, o q la escribi a la rápida, como toda columna, mi interés no -ya no es, al menos- intentar armar polémicas o pelear x las puras. Ni cerca. Para nada. Lo detesto. Eso no implica que no me interese opinar de la cultura pop o de lo que está pasando. Una opinion es eso: una opinion. Algo subjetivo. Ni una verdad ni tampoco una mentira.
El quilombo q se armó (tampoco ni tanto) con este artículo se debe a varias cosas. No se trata de pedir perdon xq siento q no me he equivocado ni he pecado. Pero creo q quizás me expresé mal y, sin duda, la columna se leyó peor o no se leyó.
Creo q ayudó el título con que apareció: NO VERE BATMAN
primero, no es mio
dos, si vere Batman pero no al tiro ni hare colas
tres, me intriga verla pero no ando alterado, no me parece de primera necesidad
cuatro, todo aquello q no me interesa o q no vere no me quitan el sueño, es decir, jamas titular o haría una columna para hablar de lo que NO veré o leeré
Pues bien:
el titulo original se llamó ESTADO CRITCO
dos- no hago criticas de cintas q no veo
3- la idea era captar mi estado de animo y el muchos: q los cines no solo estan en un mall, SON un mall
4- ire a ver BATMAN pero si no me gusta. que?
5- me gustan las novelas graficas pero no me siento cercano a los superheroes; si a los antiherores. Error? Falla? Puede ser. Pero ya creo q no puedo cambiar.
6- Impresionado uno con los fans de Batman y el mundo fanboy. Bien. Admirable. Fascinante. Alucinante. Pero eso no implica q alguien no pueda pensar distinto.
7- El cine claramente no está muerto: es una exageración. Pero una persona normal q solo depende de la cartelera, podria pensarlo
8-aqui en Lima me preguntaron si estaba mas viejo. Si. Y no me parece mal. Quizas es eso:
este mundo de puro ruido y efectos especiales no es el mio
9-For the record: fui el primer defensor de Batman de Burton y, como son las cosas, me trajo problemas xq todos pensaban que eso no era cine.
10- Dudo q no apoye la cultura pop
good night and good luck
suerte
y nada, nos vemos en una funcion de El caballero de la noche
espero q si sea tan tan tan fantastica como insisten. Capaz que si.
viernes 19 de julio, 2008
Fuera de Foco
Wikén, El Mercurio
ESTADO CRITICO
por Alberto Fuguet
Ayer se estrenó The Black Night, y todo el mundo (literalmente, todo el mundo) está hablando cosas positivas. Una amiga que la vio me dice que no está nada de mal, que es oscura, mórbida, que Ledger se transformará en un ícono para bipolares, pero la idea que él, haga lo que haga, no será el ganador (el mal nunca triunfa igual no como en la vida real) me descorazona y, peor aún, me llena de desidia. Me da mucha mucha pereza ir a ver esta película, tal como no fui capaz de arrastrarme a ver Iron Man o Hulk.
Ya me salí de Hancock y no toleré la segunda parte de Walle-E después que marvilló y emocionó con esa clase de cine mudo. Creo que no puedo seguir hablando en trozos. No quiero compartimentalizarme. Decir cosas como el “comienzo está bueno” o “la primera parte es impresionante”. Pues la verdad es que lo que a mí realmente me interesan son los finales y ya estoy algo más que cansado
He leído críticas de gente en la que confío acerca The Dark Knight y, al parecer, la cosa va en serio. ¿Sí? Pues bien: tengo mis dudas. ¿Es de verdad una cinta “extraordinaria”, digna de tres-cuatro o capaz que hasta cinco, o quizás no es más que una lata más bien condimentada y mejor marqueteada? Seguro que es visualmente alucinante y mejor que todas las cintas de superhéroes pero.... Pero. Qué difícil ser crítico en estos tiempos. Si te toca cubrir los estrenos, debes estar tan, tan apaleado y aburrido que, por sanidad mental, empiezas a ver cosas positivas donde claramente no las hay.
Porque el cine (tal y como lo hemos conocido) ha muerto qué rato, y todos siguen hablando de la muerte de la novela. El cine no está en la pantalla ancha ni en la cartelera suburbana. Es un lugar más del mall. Mal. A veces casi ni está en los cine-arte. Si está vivo, está recuperándose en festivales de cine o en You Tube o no sé donde. Pero un crítico no puede quedar como snob y comparar la última de Tsai Ming Liang con Hellboy 12 (para mi, asumiendo mis prejuicios, el infierno mismo, la haya hecho Del Toro o no). No corresponde. Entre otras cosas porque quizas ni siquiera él o ella tienen acceso al cine que aún tiene sangre en sus venas.
¿Qué sucede entonces? Lo que todo depresivo-suicida intenta para no matarse: trata de ver lo rico que puede ser una hamburguesa llena de grasa, lo agradable que es el metro a las 7 de la tarde, lo bonito que a veces es la puesta de sol entre todo el smog. Pero no todos estamos medicados o comprados o deprimidos. Es complicado porque si encuentran todo malo, quedan como una suerte de caricatura; lo sé porque el año me tocó comentar la cartelera en Cooperativa y lo que partió como un agrado terminó una tortura. Todo, todo, era malo o mediocre o fome. Y cuando por fin se estrenó No es país para viejos, ya estaba fuera del aire, aterrado de acercarme a un cine, con mis neuronas masacradas.
Quizás llegué a mi punto de quiebre, el momento en que el cansacio, la rabia, el hastío y los prejucios se hacen cargo. No ando buscando sorpresas; ando buscando que no crean que soy un imbécil o –peor- que voy a reclamar sino me dan exactamente lo que deseo. El cine no es una caja de leche larga vida. Uno sí quiere sopresa. Al menos yo. Basta de superhéroes, un poco de antihéroes, por favor. Que alguna vez ganen los malos y que el vuela y viaje es el espectador, no el grandulón disfrazado.
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