miércoles, diciembre 10, 2008

secundario pero nunca segundón


murió el gran Robert J. Prosky, el típico actor que nadie sabe cómo se llama (ni en que ha actuado) pero que todos reconocierían si lo vieran en el metro o en la farmacia

Prosky no era de alfombra roja, nunca fue un galán y ni nunca habrá, por suerte, un True Hollywood Story. Hacía su rol -pequeño- y lo hacía bien.

Murió tranquilo a los 77. Raro porque siempre pensé que tenía 75, desde que lo conocí, a através de la pantalla, años atrás. Inició su carrera de cine más bien tarde y siempre combinó la tv (Hill Street Blues) con la pantalla.

En teatro se lució en obras como Glengary Glen Ross.

Trabajó dos veces con Michael Mann: en es excentricidad que es The Keep y en Thief, que fue, por lo demás, su debut cinematográfico. También estuvo en la gran Christine, de John Carpenter; y en Las cosas cambian de David Mamet.

Trabajó en decenas de programas de televisión y teatro y quizás una centena de cintas, desde B a A a inolvidables. Entre sus cintas importantes está Dead Man Walking, de T. Robbins; la subvalorada y poca vista Hoffa de D. DeVito; como el abuelo de los Adams en Gremlins 2 de Dante; y en un estupendo rol en Detrás de las noticias de J.L.Brooks.

Nunca estuvo nominado ni ganó nada pero es uno más de los grandes viejos que le daban credibilidad a lo que hicieran.