domingo, julio 15, 2007

redescubriendo THE VERDICT


la mano firme, bressoniana, capaz de observar y entender de Sidney Lumet, un guión perfecto y seco de David Mamet (antes de transformarse en una parodia de Mamet), la fotografía otoñal y oscura del polaco Andrzej Bartkowiak, actores secundarios de la talla de James Warden, James Mason y Milo O´Shea, la belleza perturbadora de Charlotte Rampling y una actuación desnuda, a carne viva, de Paul Newman.

¿Quién dice que una película de género no puede ser una obra maestra?


The Verdict la vi, creo, a los 19; rever una película es casi tan impactante que releer un libro. Uno tiende a releer lo que a uno le gusto de joven y muchas veces el libro se desarma; no por culpa del libro sino porque lo que a uno le interesaba o preocupaba, ya no le interesa. Pero re-ver una película que uno vio casi por inercia, puede sorprender: ahora uno vio la película; décadas antes apenas la miró.


The Verdict es de 1982
quizas es una de las últimas películas de esa era de oro de los 70