domingo, agosto 26, 2007

no la miren a huevo...



En efecto, no hay q mirar MALTA a huevo...
viene de cerca pero a menos de 2 semanas de su estreno, y después pasar con el Festival de Cine de Antofagasta y el Sanfic3 (y sumar 3 premios), y tomarle la temperatura en el SXSW de Austin, Texas, lo cierto q es ando muy entusiasmado, esperanzado, que mucha gente pueda conectar con la comedia bizarra de Cristóbal Valderrama.... La verdad es que la prensa se ha entusiasmado, algunos críticos y ya empezó la campaña mediática...

una de las cosa que más me tiene contento es que el titulo fue el adecuado. Es raro, es misterioso y es chileno. La película ha puesto en el tapete el famoso brebaje y la meta final es que se empiece a tomar más. Ayer, en la Rev de SABADO de EL M, salió esta nota-receta. Ya he tomado varias y les puedo decir que la MEJOR receta de MALTA es bien básica pero requiere una cierta trampa: Malta, un huevo y en vez de azucar, lecha condensada-- esto la transforma en una suerte de extraña, espumosa y cremosa malteada alcoholica..

aqui va la nota del SABADO

No la miren a Huevo

Sábado 25 de agosto de 2007



La más tradicional de las pócimas heredadas de la sabiduría popular revive en una nueva película chilena, titulada tal cual, "Malta con huevo". Si a usted se lo daban cuando chico, probablemente está a medio camino de la jubilación. Pero esta mezcla está lejos de retirarse del menú.

Los caballeros de más edad la piden todos los días. Es la parada habitual de muchos parroquianos del bar del tradicional Hotel City, en el centro de Santiago. "Llegan como a las diez y media, once. Es su aperitivo para afirmar el estómago", cuenta Patricio Montoya, el hombre tras la barra. "Los jóvenes la piden mucho menos; la piden como para hacerse los lindos", dice. Claro, lindos o no, están llegando a la conclusión clásica: lo nuevo está en lo viejo. O lo tradicional, para que nadie se ofenda.

Historias de malta con huevo hay casi tantas como familias con juguera. Que hace bien, que es buen alimento, que fortalece, que es afrodisíaco ("malta con yeso", le dicen los viejos picarones), que "afirma el estómago" o, cómo no, que afirma el pulso a los más dañados. Usted elija, usted agregue. En el Café Torres, otro enclave de la tradición chilena en Santiago, Gastón Martínez explica sus reglas con un vaso largo o "caña" en la mano. "Lo hacemos con yema deshidratada, para más seguridad por el asunto de la salmonella", comenta el hombre que lleva cuatro años tras la barra del Torres, a la que llegó tras servir por 38 años en la del difunto Hotel Carrera. "Antes se batía en el mismo vaso con un tenedor, pero ahora lo hacemos con la batidora". No son la única adaptación de una bebida que cada cual puede pedir como le plazca: con bitter, para que no quede tan dulce, con cacao, con cerveza negra en lugar de malta, con más o menos hielo, en "caña" o en copa de martini. Para los que quieren hacerse los lindos.

Otro joven que se entusiasmó con la malta con huevo es el cineasta Cristóbal Valderrama, que tituló así la película con la que debuta en cartelera. "Malta con huevo" es, como la bebida, una mezcla de dos elementos distintos, con resultado sorprendente.

En el Hotel City, Patricio Montoya también recibe pedidos de los huéspedes en las habitaciones. Será por su fama de afrodisíaco, aventura el barman, que recomienda agregarle unas gotitas de Pernod para acentuar esa supuesta propiedad revitalizante.

FRANCISCO ARAVENA F.


Malta con huevo

Por Gastón Martínez,

Café Torres.

INGREDIENTES

• Un huevo entero (o una cucharada sopera de yema deshidratada)

• Dos cucharadas soperas de azúcar flor

• Una botella individual de malta

• Hielo frappé (opcional)

Mezclar de a poco para que no suba la espuma. Servir en vaso largo.