miércoles, diciembre 31, 2008

The End and the Begining


OK, fin de año...
buen año, además

par de novedades para el 2009:

uno es www.cinepata.com (mas data, pronto, pero será un sitio de distribución de cine digital)
y debutará en abril (ahora no nada en el sitio, así que no vale la pena ni entrar). Es vía Cinépata
que Tanto Tiempo y Dos horas y, espero, muchas otras producciones, nuevas y viejas, cortas y viejas, puedan llegar, en calidad óptima, y gratuitamente, a las nuevas salas de cine que la gente ahora tiene en sus casas o donde andan.

lo otro: se terminan este blog y mi otro blog, alberto fuguet: escritor/lector. Los dos terminan entre hoy, 31 de dic del 2008 y algo del día de mañana. En efecto, mañana, el 01 del 01

sábado, diciembre 27, 2008

2 horas bajo las estrellas -- 10 enero 2009

nota del 27 de dic del 08:
sigue la misma fecha, pero mutó el programa doble; ahora 2 horas se dará como
bonus track de Changeling (El sustituto), la cinta de Eastwood.
bien pero... aparecer después de Eastwood.... pero nada, así será


por lo tanto 2 horas, mi corto, será parte de un programa doble y se exhibirá
tipo medianoche después de la exhibición de Changeling de Clint Eastwood



En efecto, será parte del 7º Festival de Cine Bajo las Estrellas, organizado por
El Mercurio-Wikén (donde tengo una columna quincenal),
Celfin Capital y la Municipalidad de Vitacura

El festival de pre-estrenos se efectua, en efecto, al aire libre, en el parque detrás de la municipalidad. Cito el diario de ayer: el sábado 10 habrá un bonus track: después se estrenará el cortometraje "Dos horas", de Alberto Fuguet, con Pablo Cerda.

aquí va link al trailer final, remixed, ahora con la música
definitiva del gran Cristián Heyne.

http://www.vimeo.com/2448344

Ah: los filmes se exhiben a las 21:30 horas, y las puertas se abren una hora antes.

Las entradas se pondrán a la venta el día 5 de enero en el Centro Cívico de Vitacura. General, $2.500; y $2.000, para socios del Club de Lectores de El Mercurio


viernes, diciembre 19, 2008

listas y recuentos

columna de hoy del Wiken acerca de,
en el fondo, el mundo 2.0 y lo q llaman el personal playlist
eso

Viernes 19 de Diciembre de 2008

Listas y recuentos

x alberto fuguet

Época de listas, lo mejor del año, la evaluación, el deseo de ordenar lo inordenable, pero sobre todo de recordar, de celebrar con las armas del nerd la experiencia cinéfila del año que pasó: este año que, bueno o malo, siempre estuvo ligado a la sala de cine.
Ahora quizás debería decir a la pantalla.

Sigo:

Antes gozaba esta época. Una época algo demente que, debido al atraso de fin de año de los filmes "de prestigio" que son guardados para después de las fiestas (¿quién anuló la notable tradición de los regalos cinematográficos de Navidad, esos estrenos de 25 de diciembre, como E.T. o Volver al futuro?), te obliga a considerar como parte del año lo que el resto del mundo estimó como parte de la cosecha del año anterior.


Un amigo me pregunta: ¿Sin lugar para los débiles es de este año?
¿La incluyo? Es y no es.

¿Qué es ahora un año cinematográfico?

¿Un año es lo que uno vio en la cartelera desde el 1 de enero al 31 de diciembre o es todo lo que uno vio? Creo que lo único que vi en la cartelera fue El día que la Tierra se detuvo, con Kathy Bates haciendo de Michelle Bachelet en esteroides. Quizás por eso me pareció una de las mejores películas del año.

Me gustaban estas listas de fin de año. Estos recuentos. Leía lo que decían los expertos y yo, por mi cuenta, recopilaba y tabulaba. Primero, claro, a solas, con mis cuadernos universitarios Torre, tabulaba todo lo que veía y hacía algo así como mi propio panteón. Qué importaba lo que decían el resto, los expertos, José Román o Hans Ehrman, para mí, la mejor del año 1986 fue Cuenta conmigo, y ni Pelotón ni menos La misión lograron llegar a mis "Top Ten".


Después, por unos años, participé en una suerte de almuerzo de fin de año donde cada uno de los comensales sacaba su hoja (impresa y escrita en computador) y se debatía cuáles habían sido las mejores películas del año. Siempre soñé que en algunos de esos almuerzos ocurriría un enojo, algo así como un asomo a duelo, un momento de tensión acerca de los méritos de un Eastwood o porque un desubicado se atrevió a insultar gratuitamente a Joe Dante y todo hubiera terminado en puñetes. Nunca sucedió.

Lo que sí ocurrió es que la cinefilia se disolvió o aligeró. Sucede que uno nunca es mejor cinéfilo que cuando se es muy joven y, ojalá, o muy solo o muy tímido o las dos cosas. Ya no siento la necesidad de levantarme de una mesa, o de borrar a alguien de mi lista por el hecho de opinar cinematográficamente distinto.

¿O sí?

Lo que me apena/complica es quizás no ser un cinéfilo tan recalcitrante y captar que esto de las listas ya es algo menos inútil, tal como los recuentos. ¿El mejor aporte de Allen al 08 fue El sueño de Cassandra del 07 o Vicky Cristina Barcelona? Una llegó muy tarde y la otra no llegó (será del 2009).

Otro amigo cinéfilo me llama y me dice: ¿crees que la rumana es mejor que la de los Coen? Le respondo: ¿cuál rumana?, ¿cuál de los Coen? ¿Quémese después de leerse?


Tú y yo no vemos las mismas cosas, me dice.
Tu cartelera ya no es necesariamente mi cartelera.
Estás haciendo trampa.

¿Lo estoy?

miércoles, diciembre 17, 2008

TANTO TIEMPO


me tinca
mucho

la quiero ver

una cinta chilena, desde la república del cariño
cine digital, cine piola

el estreno será on-line
en abril
el director es Claudio Polgati
con guión de su hermano Gabriel

eso x ahora

trailer ya disponible en www.tantotiempo.cl

martes, diciembre 16, 2008

bendicion a todos los santos


Hoy se estrena, sin lugar a dudas, una de las cintas mas raras, personales, bizarras, por momentos impresionante, que se han hecho en Chile. Me cansa caer en la categoría "odiado u amado" porque López es mucho más que un candidato político. Es cierto que domina y repleta los medios pero las películas se ven en el cine (o las pantallas de tu casa) sin la presencia de la
del ruido externo. En una cinematografía que intenta, sin éxito, copiar mal el mundo, o manipularlo para que se ajuste a sus puntos de vista, que se hagan excentricidades jugadas y eléctricas como Santos no es menor. Pocas veces una cinta acerca de "un hombre y su pieza", acerca de un loser gordito que dibuja, ha sido tan grande, tan imabarcable, tan rara. Santos no es tímida y se atreve. Quizás se atreve demasiado. Pero el que no cruza el río, claramente nunca se mojará. López termina empampado y acaso el espectador también. De paso: me gustaría caminar por Tokio que, al parecer, sí nos quiere.


“Una delicada sátira, López es un real talento cinematográfico” Alejandro Jodorowsky

“Divertida, hermosa, única e hilarante” Harry Knowles, Ain’t It Cool News

“Un nuevo nivel para el cine en español” Variety

lunes, diciembre 15, 2008

pantallazos


¿Quién lo hubiera dicho?
justo además cuando está lanzándose un super-mega lujosísimo set de dvds titulado
The Lime Green Set (que vale más de 120 dólares) y q incluye desde Eraserhead
hasta Wild at Heart pasando por... por de todo, incluyendo The Elephant Man, David Lynch,
q ha llevado el cine, y lo digital, hasta donde pocos sabían que se podía llevar, se declara
un fan a ultranza de la pantalla ancha.


Reconozco que me sorprendió y, también, decepcionó.
¿Quizás está empezando a envejecer?

Yo también prefiero la pantalla ancha pero también hay
que hacerse cargo de la realidad, de las pulsaciones del tiempo,
de nuevos habitos, de
la disponibilidad....

¿El cine se hizo para la pantalla ancha?

tengo mis dudas: quizás las cintas de Lynch, sí...
¿entonces porque salen en dvd?

Lynch piensa que ver una película en un laptop es no haberla visto.
yo acabo de ver White Dog y The Last Mistress y creo que las vi.
¿las vi?


esto salió hace como un mes en el NY Times:

This interview is scheduled to appear in a special issue on screens, so let’s start by contemplating the current fascination with the small screen.
That’s a terrible subject. There’s nothing like the big screen. The cinema is really built for the big screen and big sound, so that a person can go into another world and have an experience. As an example, there’s Stanley Kubrick’s 2001:A Space Odyssey — this would be kind of a pathetic joke on a little screen.

How do you feel about someone watching your films — Eraserhead, Blue Velvet, Mulholland Drive — on a laptop?
More and more people are seeing the films on computers — lousy sound, lousy picture — and they think they’ve seen the film, but they really haven’t.

sábado, diciembre 13, 2008

Get Off My Lawn!


Eastwood, retorna... en rigor, nunca se ha ido, siempre está ahí.

Changeling me interesa, me intriga, pero... la que quiero ver pero la que necesito ver, la que ya siento una de mis películas del año (¿...del año 2009?) es,
sin lugar a dudas, GRAN TORINO

simplemente me tinca
simplemente ya me habló...

ya estoy escuchando más de la cuenta mientras escribo la banda sonora de la cinta compuesta por Clint y su hijo Kyle (el chico de Honky Tonk Man).

su frase-escupo "Get Off My Lawn!" ya es un clásico y se usa para dejar en claro
que es mejor no pisar el terreno del otro.

Por lo que se ve, y me he leído, esta cinta no sólo "Dirty Harry cumple 78" sino una elegía acerca de la vejez, la segunda ooprtunidad, una ciudad devastada y la posibilidad de creer en uno al apostar por otro.

Los Globos de Oro no creyeron en Eastwood como mejor actor del año. Ojalá el Oscar sí.
Y si no, qué importa. Eastwood es Eastwood.

¿Cuánta gente pude decir eso de sí mismos?


Unos trozos de una estupenda crítica de la gran Manoha Dargis de The NY Times acerca de
esta cinta de Eastwood: no sólo habla bien de ella sino hace lo que un crítico bueno debe hacer: escribe de maravillas y, de paso, no sólo habla del filme sino de la vida.

"Mr. Eastwood’s loose, at times very funny performance in the early part of the film is one of its great pleasures. While some of this enjoyment can be likened to spending time with an old friend, Mr. Eastwood is also an adept director of his own performances and, perhaps more important, a canny manipulator of his own iconographic presence. He knows that when we’re looking at him, we’re also seeing Dirty Harry and the Man With No Name and all his other outlaws and avenging angels who have roamed across the screen for the last half-century. All these are embedded in his every furrow and gesture.

...We’ve seen this western before, though not quite. Because this isn’t John Wayne near the end of the 20th century, but Clint Eastwood at the start of the still-new 21st, remaking the image of the hero for one more and perhaps final time, one generation of Americans making way for the next.

That probably sounds heavier than I mean, but Gran Torino doesn’t go down lightly. Despite all the jokes — the scenes of Walt lighting up at female flattery and scrambling for Hmong delicacies — the film has the feel of a requiem. Melancholy is etched in every long shot of Detroit’s decimated, emptied streets and in the faces of those who remain to still walk in them. Made in the 1960s and ’70s, the Gran Torino was never a great symbol of American automotive might, which makes Walt’s love for the car more poignant. It was made by an industry that now barely makes cars, in a city that hardly works, in a country that too often has felt recently as if it can’t do anything right anymore except, every so often, make a movie like this one".

miércoles, diciembre 10, 2008

secundario pero nunca segundón


murió el gran Robert J. Prosky, el típico actor que nadie sabe cómo se llama (ni en que ha actuado) pero que todos reconocierían si lo vieran en el metro o en la farmacia

Prosky no era de alfombra roja, nunca fue un galán y ni nunca habrá, por suerte, un True Hollywood Story. Hacía su rol -pequeño- y lo hacía bien.

Murió tranquilo a los 77. Raro porque siempre pensé que tenía 75, desde que lo conocí, a através de la pantalla, años atrás. Inició su carrera de cine más bien tarde y siempre combinó la tv (Hill Street Blues) con la pantalla.

En teatro se lució en obras como Glengary Glen Ross.

Trabajó dos veces con Michael Mann: en es excentricidad que es The Keep y en Thief, que fue, por lo demás, su debut cinematográfico. También estuvo en la gran Christine, de John Carpenter; y en Las cosas cambian de David Mamet.

Trabajó en decenas de programas de televisión y teatro y quizás una centena de cintas, desde B a A a inolvidables. Entre sus cintas importantes está Dead Man Walking, de T. Robbins; la subvalorada y poca vista Hoffa de D. DeVito; como el abuelo de los Adams en Gremlins 2 de Dante; y en un estupendo rol en Detrás de las noticias de J.L.Brooks.

Nunca estuvo nominado ni ganó nada pero es uno más de los grandes viejos que le daban credibilidad a lo que hicieran.

sábado, diciembre 06, 2008

children of rooms


columna de ayer del Wikén de EL M
a partir de la famosa teoría de Schrader (q ha llevado, no resultados parciales)
a la pantalla, luego de afanar a Bresson (robar a genios, se sabe, no es penado, entre otras
cosas xq no se les puede superar)

De verdad creo q algo está pasando y ahora que llega Santos de Nicolás López, con
Salvador Santos (Javier Gutierrez) como protagonista, un autista encerrado en sí mismo y en los cómics, parece que -por fin- el reinado de la moral Caiozzi-Donoso está llegando a su fin.

Esos protagonistas, ahora lo pienso, no sé si captaron un imaginario nacional ¿es el chileno asi o eran sus autores asi?) pero en el caso de esta nueva tendencia, a que me adhiero dicho sea de paso, creo que tb toca una fibra que está en el aire. El zeitgeist, como dicen los alemanes, y que nunca está demás: hablar sobre nosotros, sobre nuestro tiempo, sobre los que nos ata y libera.



Viernes 05 de Diciembre de 2008
Hombres y piezas

x Alberto Fuguet

Este año, en Chile, se filmó mucho, se estrenó bastante y nadie fue al cine a ver lo que supuestamente es nuestro espejo. Por lo que me cuentan los dealers digitales, tampoco están solicitando mucho producto local en sus pedidos. Mal.
¿Por qué?
¿Acaso Carlos Pinto y la moral Chile–Pornovisión terminaron por ganar?
¿Este es el país audiovisual que quiso Paulina Urrutia?

El llamado cine–arte duro, que no está interesado en contar historias, crear personajes o conectarse con el público, logró justamente eso: no dialogar con nadie, excepto con ellos mismos. Tony Manero fue la excepción y una enseñanza: la vio un número respetable de público, sobre todo si se piensa que de "amigable" no tenía nada.

En ese sentido, fue la cinta del año: no sólo debido al eco exterior, sino que logró algo quizás más importante: un eco interior. Se habló de ella, se vio, produjo un diálogo y dialogó con los que quiso. No fue una película más hecha para festivales, sino una cinta local que conquistó festivales, algo muy distinto. La cinta de Larraín–Castro es jugada, sí, pero no tanto. Es decir, no desprecia al público ni se ríe de ellos. Tampoco intenta hacer mucho por conquistarlo, pero luego, de sufrir Lokas, El regalo y coproducciones varias, esto se agradece.

Tony Manero tiene un personaje central innegable y, por antipático o raro o indescifrable que sea, es humano; es nuestro héroe y uno está con él a pesar de todo (y eso que motivos no faltan para no quererlo). Me hubiera gustado saber más del personaje de Alfredo Castro (¿de dónde viene? ¿Es informante? ¿Fue militante? ¿De qué vive? ¿Es cinéfilo?), pero la cinta es ambigua y la entrega corporal de Castro, que por momentos llega a ser repelente, impresiona y no te deja pensar o mirar otra cosa. Uno entra y punto. La duda viene después, es cierto, pero ya estás fuera del cine y eso es —creo— lograrlo.


Tony Manero, además, hizo algo importante: eleva y coloca al centro del eje representacional un tipo de personaje que quiebra con un paradigma que llevaba años ahogándonos. El personaje de Alfredo Castro fue uno de varios que este año aparecieron en nuestras pantallas, que encarnaron un tipo de anti–héroe dostoievskiano que, para estos lares, llega a ser nuevo. Seres dañados que, según el guionista y director Paul Schrader, son "hombres solos que están en sus piezas". Huraños, silenciosos, escindidos, vencidos. Schrader sabe de lo que habla: escribió Taxi Driver y Toro Salvaje. Pero una cosa es hablar poco y otra, no hablar; una cosa es caminar y caminar, y otra es caminar con una misión.


El falso Tony Manero, el ingenuo Mirageman (con la notable y triste actuación de Marko Zaror, uno de nuestros mejores actores de cine, alguien que no tiene nada que envidiarle a John Wayne) y el triste clarinetista interpretado con cariño y dignidad por Eduardo Paxeco en La buena vida quiebran y nos liberan del apollerado–impotente que José Donoso logró crear en la literatura y que luego Caiozzi, el adaptador–serial del autor de El obsceno pájaro de la noche, insistió e insistió hasta llegar al abuso.



Por eso es tan curiosa La buena vida. Ahí, en el centro de Santiago, en el siglo 20 (la parejita donosiana de Bélgica Castro con su hijo–marido Eduardo Farías) luchan, mano a mano, con Eduardo Paxeco, el hombre y su pieza Paz Froimovich (en rigor, no lo es, pero es una gran pieza a nivel visual, quizás una de las mejores piezas del cine chileno). La película es y debió ser de Mario, un tipo que sólo tiene un clarinete y cuya mochila parece en extremo contemporánea.


Los tres fracasados, el bailarín de Tony Manero, el superhéroe tercermundista de Mirageman y el músico de La buena vida quieren ser otra cosa y, de alguna manera, lo logran. Hablan poco y sienten mucho. Quizás las cosas sí están cambiando y un nuevo tipo de personaje está ingresando a nuestras salas y a nuestro inconsciente. Veamos.