viernes, septiembre 29, 2006

SE ARR y su paso x Argentina



aqui va una nota grande que aparecio en PAGINA 12
mi primera entrevista como realizador q he dado en el extranjero
raro

EL CHILENO ALBERTO FUGUET Y SU DEBUT COMO DIRECTOR EN “SE ARRIENDA”

“Pinto la juventud con colores desteñidos”

En Mar del Plata presenta su retrato generacional de los de 40 y pico. Ex crítico de cine y escritor, Fuguet asume: “Una película de esta clase es riesgosa porque puede ser autocomplaciente o incluir sólo chistes para amigos”.

Por Julian Gorodischer
Desde Mar del Plata

Este hombre cubrió decenas de festivales durante su vida útil como crítico de cine y ahora se encuentra en uno de esos momentos bisagra de una vida: es el punto en que se pasa del otro lado del oficio y todo pierde o gana sentido. Alberto Fuguet, escritor chileno, director de la ópera prima Se arrienda (que vino a presentar al Festival de Cine de Mar del Plata) fue implacable, “a veces cruel” –admite–, demoliendo películas para señoras gordas de la función vermouth del domingo, levantando exageradamente a sus propios ídolos. Ahora, decidido a dirigir, se le viene encima ese karma, recibiendo algunos malos augurios, pero sin dramatizarlo demasiado. “Es como hacer un viaje a Oriente y perder el pasaporte en el regreso –admite en la entrevista con Página/12–, apenas una molestia.” Fuguet forma parte de un festival en el que se destaca la producción latinoamericana (ver aparte), donde lo que más se escucha es el elogio a la última de Carlos Reygadas (Batalla en el cielo) o a la primera de Gianfranco Quattrini (Chicha tu madre, en la competencia oficial), y en ese grupo de “favoritas”, allí donde se lucen buenas películas (en la sección “América latina XXI”, dedicada a relevar la producción reciente de directores latinos), se presenta tímidamente Se arrienda, uno de esos retratos colectivos generacionales que, de vez en cuando, reaparecen para contar la misma historia: la de un grupo que crece y se desencuentra en el camino.

Sólo que Fuguet se ha fijado en la generación perdida, los de 40, esos que no ingresan al marketing de la adolescencia glamourizada. Su retrato generacional se plasma mirando hacia atrás, recordando, desplegando sus miedos, frustraciones, melancolía a través del personaje de Gastón, “quedado en el pasado”. Gastón y amigos viven una juventud gozosa siguiendo a su grupo de rock, viajan a la Argentina, se enamoran, se desencuentran y –he aquí el punto clave para Fuguet– se dividen entre los integrados que se adaptan a “la transa” de la madurez, y los que mantienen “el sueño vivo”. No hay fervor ni desborde emotivo ni frases altisonantes sino un seguimiento calmo, muchas veces en silencio, diálogos sobre la nada, retomando un mix –admite– de varios argentinos que le pasaron la posta: Ezequiel Acuña, Martín Rejtman para empezar. Pero Fuguet cuenta a Se arrienda como lo hizo en sus libros: en primera persona. Como escritor, en Malaonda, Las películas de mi vida, Por favor rebobinar, se metió de lleno en sus historias, con mucho de autobiográfico, personalizando la prosa y narrando en extremo, como lo hacía cuando era crítico: inmolándose. “Lo más importante fue mantener la primera persona como voz de la película. Dicen que soy bueno para los diálogos: yo quería mostrar a Gastón reaccionando. El cine permite mostrar a la gente pensando. La clave es entender que en un libro impera la prosa, la palabra; en el cine lo que me preocupa es el tono.”

–¿Cuándo un escritor decide filmar?

–Entré a hacer crítica como una manera de estar ligado al cine, como segunda opción. En Chile había dictadura, era difícil viajar, no se podía dirigir. Dispuesto a filmar, me puse a ver qué se había hecho mucho y qué no: se había tratado la política, temas de derechos humanos. O tratados sobre “ir de picnic”: sobre gente que no pertenece a un mundo y sale a mirar otro... niños ricos que se deslumbran por las villas y generan la porno-pobreza: viajan a mostrarla a festivales. La generación de los de 40 no había sido retratada lo suficiente.



–¿Cómo se inserta en el género de los retratos generacionales?

–Una película generacional es siempre riesgosa porque puede ser autocomplaciente, o incluir sólo chistes para amigos. Puede ser abordada como un ensayo sociológico. No me gustaría que se lea como un tratado sobre mi país: es la historia de Gastón. Puede pensarse que uno va a retratar los ’70 porque todas las historias generacionales tienen esa pretensión, y dependiendo de la generación a la que el director pertenece cambian los problemas. A veces surge una trivia, se nombran grupos de moda, remeras, películas que te gustan... Odio la estética de lo publicitario: discotecas increíbles, alegría de Punta del Este, lo fashion; en una película latinoamericana, si no es pobre, es riquísimo. Yo me corro de esa mitología creyendo que todo tiempo pasado fue peor, pienso en mi vida. La mayoría de la gente cree que su juventud fue su momento dorado, pero yo la pinto con colores desteñidos; el pasado de Gastón es un alter ego en blanco y negro que lo persigue, que no lo deja liberarse. Pero para mí la juventud no es mejor que el día de hoy.

–En sus libros y películas, hay una tendencia marcada a introducir lo autobiográfico...

–Más que autobiografía, trato de tenerle cariño a mi personaje. Filmo y siento que todo el mundo tiene la razón. Yo los quiero, los acompaño..., los protejo en su biografía. Sin duda, yo estuve en esa época. En la gente de 40 hubo una transa: yo siento que Gastón, protagonista de Se arrienda, siguió siendo igual y eso no se ve bien. La gente se volvió ansiosa, adopta modas extranjeras, come sushi, se amolda al neoliberalismo como consumidores. Yo le guardo cariño a uno como Gastón, que más que defender cosas está consciente de sus limitaciones. No es un héroe ni un antihéroe: no está orgulloso de tomar Rivotril, ni alardea de todo el trabajo que tiene, ni está conforme con tener estrés. Esa actitud conectó mucho con el público: alguien asume su duda, su fractura, se reconoce como loser.

Se arrienda se corre del canon latinoamericanista, no se entromete en las villas de Santiago de Chile (hábito común entre nuevos directores al que Fuguet nombra como “porno-pobreza”), ni polariza entre muy ricos y muy pobres, y mucho menos propone un pacto de realismo mágico. Dice Fuguet que le interesaron “las desigualdades psicológicas”, esa brecha entre los que triunfaron y los que no. El aire que respira su héroe –el tono con el que se lo narra– es levemente anacrónico, con esa resistencia al sushi, a los negocios, a la playa de moda que muchos sentirán ya referida demasiadas veces y para otros tantos seguirá pareciendo encantadora e identificatoria. Fuguet dice que los “hombres ostra” de su generación, los que se resisten al consumo compulsivo, son muchos más de los que se creería, que por eso en Santiago se impuso el “se arrienda” como un modismo típico que refiere al que se pone en alquiler, al que abandona “el sueño”. El riesgo de Fuguet es cargar las tintas sobre una generación al margen del deseo aspiracional, una que no cotiza como súmmum ni en publicidad ni en TV. Pero, después de Malaonda, himno juvenil chileno como aquí fue el Rapado de Martín Rejtman, no quiere saber nada con adolescentes.

“A Ezequiel Acuña –dice– lo siento muy cercano; como él, decido que no ocurran miles de cosas, quiero que pase una sola cosa. Soy minimalista. Pero yo ya no soy adolescente, esas historias me quedaron demasiado lejos y no quiero. Me están ofreciendo filmar Malaonda y no acepto. Me gustaría que la dirigiera Ezequiel. Yo ya hice ese camino. Como dijo Susan Sarandon (en su Master Class en el Festival): uno se mete en una película para viajar. Yo ya estuve ahí, no quiero estar rodeado de chicos de 17 años durante un año; eso no me atrae.” Sí, en cambio, le interesa la nueva ola kidult, ese fenómeno de consumo que retrató la periodista Natalí Schejtman en Página/12 y que consiste en una tribu de adultos atiborrados de productos infantiles. Esos “hombres niños” sí estarían presentes en Se arrienda; sobre eso quiere seguir hablando. “En Chile –cuenta Fuguet– el público de mi película fue joven: se corrió la bola de que era una película de alerta, que avisaba sobre lo que podía pasarles a los de la universidad: se podrían transformar en Gastón. No querían arrendarse. Tiene algo de hombre-niño que identifica a muchos: en la Argentina hay más que en Chile. Hay adultos que tienen más DVD que aparatos electrodomésticos.”




–¿Cómo recuerda su etapa de crítico de cine?

–Nunca fui tan inteligente ni tan buen crítico. No había Internet y yo era el único que sabía. Siempre fui fan: tuve una época de asesino, pero donde mejor funciono es como positivo. A las películas que no me gustaban las destrozaba aún más, tenía mucho poder y lo usaba. Así fue como me hice famoso: apoyaba a mis héroes y destrozaba a las películas que no me gustaban. Yo defendí al primer Batman, a El joven manos de tijera; me estaba autoinmolando, pero eran los últimos tiempos de una edad de la inocencia. Mis editores no sabían nada; no tenían modo de comprobar. Destrozaba a las películas de música clásica, atentaba contra señoras como Mirtha Legrand que iban a la función del domingo a la tarde. Ese era el público de El Mercurio. A lo mejor no se lo merecía, pero yo decía que una mujer como China Zorrilla era peligrosa y había que asesinarla.

– ...

–Me tocaba cubrir un Festival de Viña del Mar, y el diario El Mercurio apostaba al fenómeno Chayanne. Y yo me fui con Faith No More, escribí en primera persona, elegí hacer con ese grupo mi artículo central. Al día siguiente abro el diario y el título central era Chayanne. El lector de El Mercurio consideraba que Faith No More era un peligro para la juventud chilena. Y yo los admiraba cuando los veía leyendo a Salinger en el desayuno.

–¿Su pasado lo condena?

–Fui más cruel de lo necesario; ahora lo han sido conmigo. Lo entiendo, sé de dónde viene, los perdono. Duele un poquito: algunos me desearon mala suerte, y yo no lo hubiera hecho. Me decían que la película se iba a pudrir en una bodega. Descreo de la crítica cuando comparto la página con un consagrado como Woody Allen, y él tiene las mismas estrellas que yo.

28 de sept 2006 -SCL / Mann in his own words



OK, ayer gran dia
dia importante

se estrenó MIAMI VICE
junto con United 93 y la proxima El latido de mi corazón, las mejores peliculas del año 06
(hasta ahora, claro)

ya he posteado mas de la cuenta y quizas escriba algo para la rev de libros...
pero solo puedo decir que es mejor aun de lo que esperaba... Mann hace lo q quiere... es sin duda el tipo con más talento trabjando dentro de la industria... aqui, a diferencia de Colateral, que me gusta mucho, no acepta ninguna regla... MIAMI VICE no es acerca de Miami, del vicio o un remake de la serie.. es sobre dos tipos solos que solo saben trabajar y, sobre todo, es sobre Sonny (Colin Farrell, cada vez mejor, cada vez eligiendo mejor sus directores), un tipo liminal que, al transformarse, por un rato, en un traficante, se da la posibilidad de amar, aunque ese amor esta condenado desde el prinicipio....

la cinta emociona a todo nivel: x lo tragica, x lo bella, x el final, x la desesperanza, x la estetica
esto no es estetica por estetica, es tratar de filmar, como dice Hector Soto, lo infilmable

Time is luck, dice Gong Li, como Isabella...
asi es...
Time is luck
and one is lucky when one has time
and that time is used doing what you like to do

Miami Vice es una fusion del mejor cine asiático con Hollywood.
Hay planos, hay momentos, que te destrozan y emocionan... raro q una cinta sobre la violencia, llena de sangre y dinero, y suspenso, pueda ser tan, tan romántica y sensualmente adulta

el momento en que van a La Habana a tomar mojitos bien puede estar entre las secuencias mas romanticas de todos los tiempos. Qué Casablanca! This is the real thing.




Palabras del maestro:

"Death is not procedural or casual, not when it’s somebody you know." -Michael Mann

"It’s the allure of doing undercover work and what happens to you...that was my central interest. When I first read Tony Yerkovich’s screenplay for the original Miami Vice pilot, my instinct was to make this as a feature film. But it had already been committed to NBC as a television series....

I wanted to make a film that "liberates what is adult, dangerous and alluring about working deeply undercover... especially when Crockett and Tubbs go to where their badges don’t count."

"As an R-rated feature, we can explore some of the things we couldn’t in television. There was always the sense of some self-imposed restrictions because we were a series. There’s a whole sensual life that’s there-for Crockett and Isabella, for Tubbs and Trudy."

"The best undercover identity is oneself with the volume turned up and restraint unplugged." -Michael Mann

Mann notes that Crockett knows his relationship with Isabella is one you have "once in a lifetime. Except she’s the wrong woman, and he’s the wrong guy."

Li concurs, "Isabella’s afraid of real emotions and feelings. She has never had an emotional connection that she committed her whole being to."

miércoles, septiembre 27, 2006

Ser oportuno: a raiz del estreno de Vuelo 93






Ser oportuno

Sábado 23 de septiembre de 2006



¿Es moral tocar el tema del S-11? Tanto como lo es tocar el M-11 o la caída de París o el bombardeo de Hiroshima o el Holocausto. ¿Hay una fecha decorosa antes de empezar a enfrentar un tema? Claramente no. No hay temas inmorales o imposibles de tocar. Lo moral es saber por qué se tocan.


Alberto Fuguet

Era un asunto de tiempo. De llegar a tiempo, de no perder el tiempo, que el tiempo no jugara en contra. Antes que cayera la primera torre, cada espectador sabía que, algún día, eso que acababa de ocurrir, eso que estaba transmitiendo CNN, sería una película. Una película de Hollywood. Mal que mal, parecía una película. La más espectacular película de desastres, en vivo, y narrada desde todos los puntos vistas imaginables. Cine de género fusionado con cine-experimental. Ese 11-S todo el mundo fue actor, director, extra, doble y, sobre todo, montajista. Al menos cuatro historias narradas al mismo tiempo, en vivo, en directo y sin parar.

Pero no sólo el 11 de septiembre del 2001 da "para película". No pasaron ni tres años para que apareciera la primera película del Golpe de Pinochet. Llueve sobre Santiago, de Helvio Soto, filmada en Bulgaria, con actores "internacionales" y "bien pensantes" como Jean-Luis Trintignan, Annnie Girardot y Bibi Andersson. La cinta es de culto por lo gruesa, precaria, apresurada y oportunista. Tanto que parece una parodia. Un tal Naicho Petrov hizo de Allende mientras que el secundario francés Henri Poirer se dio el gusto de su vida al encarnar a Pinochet. La cinta está a la altura de lo mejor/peor de Ed Wood. En su momento, sin embargo, se pensó que se hacía "patria" y se "ayudaba a la causa". Pinochet, por cierto, no dejó que la película se exhibiera en Santiago, con o sin lluvia. Hoy la cinta provoca sentimientos encontrados. ¿Cómo es posible reírse con una tragedia tal? Pero eso es lo que sucede cuando las motivaciones artísticas se mezclan con el panfleto y la codicia y, sobre todo, cuando son extranjeros los que sienten la necesidad de explorar "un tema que los toca". Tragarse bochornos y mamarrachos como Dulce patria de Cacoyannis o De amor y de sombra, con Antonio Banderas, hace dudar si la gente que hizo esos filmes estaba en contra o, más bien, a favor de la dictadura.



Vengo llegando del cine. Vengo de ver una película formidable llamada Vuelo 93. La película, dirigida con inspiración, brío y sobre todo, mesura y tino, por el británico Paul Greengrass, es alucinante no tanto por el tema que toca (la mañana del 11-S y el fatídico vuelo United 93 que al final no ingresó a ningún edificio célebre) sino por dos cosas: por lo que no mostró y por como mostró lo que optó por narrar. Greengrass no solo no pisa los palitos de la tentación sino salta la valla y vuela. Lejos. Muy lejos, donde no sabía que se podía ir. Triunfa porque aterra, enerva, produce compasión y vértigo, a pesar que todos sepamos el fin. El director, en una momento de inspiración, entendió que su misión era dirigir el vuelo, no ser un pasajero. Optó por una cinta coral-documental, donde no hay espacio para licencias artísticas melodramáticas (las familias de las víctimas, por ejemplo) y sí para los detalles de aquello que no vimos o que jamás podremos ver (una cabina de avión se enciende; ese despegar con las Torres Gemelas al otro lado de la ventana; unos terroristas jóvenes, entre dubitativos y entregados a algo superior que no entienden del todo; el momento en que los rezos a Alá y a Dios se funden). Vuelo 93 hace historia no tanto por tocar un tema de la historia sino por inventar una estética acorde con la ética y, de paso, crea una nueva forma de narrar (desde el caos, desde la objetividad, condensando el tiempo en vez de estirarlo) que es un algo así como la no-ficción literaria. Un cine documental falso narrativo. Un cine de ficción anclado en lo documental pero que no tiene nada verdadero excepto el soplo que lo alienta.

¿Es moral tocar el tema del S-11? Tanto como lo es tocar el M-11 o la caída de París o el bombardeo de Hiroshima o el Holocausto. ¿Hay una fecha decorosa antes de empezar a enfrentar un tema? Claramente no. No hay temas inmorales o imposibles de tocar. Lo moral es saber por qué se tocan. Es posible que haya emociones infilmables, pero si así es, entonces el director deberá encontrar una manera o decidir no continuar adelante. Las películas ni las novelas no tienen que respetar lo que realmente ocurrió u honrar a los caídos, pero sí deben tener una coherencia ética y estética que tenga que ver con el tema que se está tocando. Todo se puede filmar y escribir; lo que es oportunismo es ser inoportuno. Es no tener finura y creer que los hechos reales son mala ficción. Si vas a ingresar a terrenos peligrosos, mejor hacerlo peligrosamente, como Paul Greengrass. O, a lo más, recordar lo que te tocó vivir, pero en silencio, sin que el resto tengamos que enterarnos.

pasada x USA



SE ARRIENDA ya tuvo su debut estadounidense. Partió con New York, como parte del LatinBeat del Lincoln Center. Fueron muy emocionante esas tres funciones en el Walter Reade Theater, de la calle 65. La proyección, el público, las preguntas, la convocatoria y el apoyo de la gente de la Film Society fueron macanudos. De verdad. Gracias, NY. Buena manera de entrar a USA

esta nota, aparecida en Time Out, nos diviritió.

Art-house & indie cinema

*Recomended

•Tue 6:30pm; Wed 20 at 2pm For Rent Dir. Alberto Fuguet. 2005. 109mins.
Oh, the burden of being picked Most Likely to Succeed! For one such honoree, a former star pupil at a music conservatory in Chile, his resulting failure drives him to the mouth of madness. Until he gets a job as a real-estate agent, and then guess who goes right over that edge. We smell a serious Polanski debt here.



Volver a Washington DC tb fue alucinante. El cine q tiene el Amercan Film Institute en el suburbio de Maryland es sencillamente alucinante. Un palacio arte-deco de los 30, totalmente renovado. Los programadores ademas son cinéfilos y arman unos ciclos alucinantes.

nada, a veces viajar puede ser agotador y tal, pero enfrentar SE ARRIENDA a USA (aunque sea un 0,0000001% de la población)
era importante y todos los que fuimos volvimos contentos y, a casi un año del estreno, cada vez mas contentos y orgullosos de Gaston y compañía

miércoles, septiembre 13, 2006

Toronto latino----octubre



ahora SE ARRIENDA parte a Canada
parte sola
no se puede viajar tanto... enferma, ademas

se exhibira el dia 13 de oct, viernes, a las 19


The Royal Cinema
- 608 College Street, Toronto -
(4 Blocks west of Bathurst & College)


suerte, gaston
q te vaya tan bien como en USA

sábado, septiembre 09, 2006

Washington DC ---22 y 23 de septiembre




Regresar a Washington DC, donde veia ciclos en el Smithsonian (el de Bresson, sobre todo).
SE ARRIENDA ha sido invitada al Festival Latinoamericano de DC en los cines de American Film Institute en Silver Springs, Maryland, ahi justo a la salida del distrito

las funciones son los dias 22 y 23 de septiembre
a las 1930 horas (creo). Estaremos para presentarla y responder preguntas.



mas info, en la pagina web:

http://www.dclatinamericanfilmfestival.org/






aqui va lo q dice el programa on-line de la peli:

C H I L E
FOR RENT
[Se arrienda]

This poignant exploration of youth's bittersweet passing, the ironies of success and the promise of new love recalls the best of Arnaud Desplechin and Paul Thomas Anderson. Music student Luciano Cruz-Coke worries about "selling out" and whether to score a fellow student's horror film (THE KILLER ANTS). Flash forward 15 years: some of his least talented friends are now the most successful, Luciano has nothing to show after six years waiting tables in New York and THE KILLER ANTS has gained a cult following.

DIR/SCR/PROD Alberto Fuguet; SCR Francisco Ortega; PROD Luigi Araneda. Chile, 2005, color. 109 min. NR

Tickets reserved and purchased online must be retrieved in person at the AFI Silver box office. The same credit card used online must be presented to the cashier to redeem your tickets.

Friday, September 22, 7:00
Saturday, September 23, 7:10

viernes, septiembre 08, 2006

en finlandia, para fiestas patrias..

SE ARRIENDA a Finlandia...
al frio... la tierra de Johnny Kniga

lastima que no podremos ir pero la pelicula si

se exhibira el 18 y el 20 de sept

Näytökset Screenings
ma 18.9. 21:00 Kino Engel 2
ke 20.9. 16:30 Kino Engel 2

http://www.hiff.fi/elokuvat/elokuva.html?elokuva_id=58



Poder Latino - Latin Power
For Rent
Se Arrienda

Chile (2005)

Ohjaaja Director
Alberto Fuguet

Kesto Duration: 109 min

Tekstitys: englanti




For Rent kertoo kolmekymppisen muusikkolupauksen turhautumisesta, kun suuri menestys ei koskaan saapunutkaan. Gastón elättelee idealistista kuvaa taiteilijan täydellisestä riippumattomuudesta. Opiskeluaikojen kaverit menestyvät, ja Gastón syyttää heitä itsensä myymisestä markkinataloudelle. Hänen mielestään he ovat kaikki muuttuneet, ja vain Gastón on säilynyt puhtaana. Ja rahattomana.

Kirjailijasta elokuvakuvaohjaajaksi siirtynyt Alberto Fuguet miettii esikoisessaan idealismin ja ns. realiteettien suhdetta. Missä menee sielunsa myymisen raja? Vastausta hän ei anna, mutta osoittaa sen itsekeskeisyyden ja pysähtyneisyyden, mikä idealismiinkin voi liittyä: Gastón kokee olevansa väärinymmärretty, ja hänen elämänsä supistuu tämän suremiseen.

Rahanpuutteessa Gastón suostuu kiinteistövälittäjäksi, ja haaveet muusikonurasta vaihtuvat loputtomiksi tyhjiksi asunnoiksi. Elokuvan espanjankielinen alaotsikko kuuluukin ”Tervetuloa systeemiin”. Vastenmielinen kompromissi poikii kuitenkin uusia tuttavuuksia, jotka avaavat Gastonin silmät näkemään pintaa syvemmälle. ”Systeemi” on raaka, mutta ihmisillä on sydän.

Kommentaarina tapahtumille käytetään leikkauksia Gastónin opiskeluaikaisesta b-luokan mustavalkoisesta Tappajamuurahaiset-elokuvasta. Muurahaisia ei nähdä, mutta ne tappavat kaikki jotka eivät osaa rakastaa. Ja unelmansa menettänyttä Gastónia Tappajamuurahaiset tuntuu vainoavan minne ikinä hän meneekään.